Las renovables marcan el camino hacia la transición energética, según informes de la AIE y BP

18/07/2017

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La transición energética hacia la descarbonización de las energías ya está en marcha en base a tecnologías renovables eléctricas, la eficiencia energética y el menor uso del carbón a favor del gas. Esta es la principal conclusión de los informes que han publicado recientemente la Agencia Internacional de la Energía (AIE), con un estudio sobre las inversiones mundiales en el sector de la energía, y BP, por su parte, el anuario estadístico mundial de la energía de 2016.

2016 sería el segundo año consecutivo en que las tecnologías no emisoras de CO2 (energías renovables y nuclear) habrían aportado más energía adicional al consumo energético mundial que los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), según datos de BP.

Por su parte, el informe de la AIE recoge las siguientes conclusiones sobre las inversiones mundiales:

– En 2016 las inversiones mundiales en energía fueron el equivalente al 2,2% del PIB mundial y disminuyeron un 12% respecto a 2015, bajando a 1,7 trillones de dólares (billones españoles) de los 1,9 del año anterior.

– Por primera vez en la historia las inversiones en instalaciones e infraestructuras de electricidad han sido mayores que las equivalentes en gas y petróleo.

– En los últimos tres años las inversiones en electricidad ha aumentado un 6% mientras que petróleo y gas han disminuido un 38%.

– Las nuevas centrales de carbón anuales han pasado de 120 GW en 2010 a sólo 40 GW en 2016, mientras que las energías renovables aumentaron en 161 GW (datos IRENA)

– Las inversiones en energías renovables se llevaron la mayor parte de las inversiones del sector eléctrico.

– A pesar de que las inversiones han sido un 3% inferiores a las de hace cinco años, gracias a las mejoras en los costes de las tecnologías renovables se ha conseguido que se instale un 50% más de potencia que en ese año y, además, la generación por cada nueva unidad de potencia instalada será un 35% mayor que entonces.

– La eficiencia energética ha sido el sector energético en el que más han aumentado las inversiones con un incremento del 9% respecto a 2015.

Como se puede ver, los grandes protagonistas de las inversiones en 2016 han sido los factores fundamentales para la transición energética: energías renovables eléctricas, eficiencia energética y electrificación, mientras que los combustibles fósiles, aún siendo las fuentes de energía predominantes a nivel de consumo, vieron disminuir su preponderancia en las inversiones en una tendencia que, si se va consolidando en los próximos años, podría significar que el sector energético estaría efectivamente dando pasos seguros hacia una transición basada en la descarbonización.

Mensajes parecidos se dieron en la presentación del anuario estadístico 2016 de BP la semana pasada en la que participó Daniel Navia, Secretario de Estado de Energía. Navia indicó que la coordinación y el consenso deben ser las bases de la transición energética. «El debate sobre la futura ley de Cambio Climático y Transición Energética debe ser de datos, no de ideologías’’, apuntó Navia.

Según el estudio de BP, el mercado mundial de la energía se estaría adaptando a las exigencias de la transición energética. Así afirma que:

– Los datos de 2016 revelan que los mercados de petróleo y gas se siguen ajustando, absorbiendo el exceso de oferta de los últimos años.

– Ponen también de manifiesto cómo se van consolidando ciertas tendencias que hacen evidente la transición a un modelo energético con menores emisiones de carbono.

– Esto ocurre gracias a mejoras en la eficiencia energética y en un cambio en el mix hacia combustibles con menor contenido de carbono, donde las energías renovables siguen creciendo fuertemente y en el que cae el uso del carbón repercutiendo positivamente en las emisiones mundiales de CO2, que se habrían mantenido estables por tercer año consecutivo.

– Las energías renovables, encabezadas por las energías eólica y solar, fueron de nuevo las energías de más rápido crecimiento en 2016, aumentando un 12% gracias a los continuos avances tecnológicos y llegando a suponer un tercio del crecimiento de la demanda de energía en 2016.

Como se puede ver en el gráfico, y según los datos de BP, en 2016 se habría incrementado el consumo de energías no emisoras de CO2 (renovables y nuclear) en  89,4 millones de toneladas equivalentes de petróleo (M tep), mientras que los combustibles fósiles se habrían quedado en un aumento de 81,9 M tep.

Fuente: datos BP y elaboración propia

2016 sería el segundo año consecutivo en que las tecnologías no emisoras de CO2 habrían aportado más energía adicional al consumo energético mundial que los combustibles fósiles, según datos de BP.

Para consultar el informe de la AIE sobre las inversiones mundiales en el sector de la energía, pincha aquí.

Para consultar el BP Statistical Review of World Energy June 2017, pincha aquí.

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