“Canarias tiene que aspirar a ser la primera comunidad española 100% renovable. Y el magnífico recurso eólico de las islas puede permitir que Canarias se convierta en uno de los centros neurálgicos de validación de prototipos onshore y offshore, lo que permitiría el desarrollo de I+D en la región”, ha afirmado Juan Diego Díaz, presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), en la inauguración del evento Los retos pendientes de la eólica en Canarias, que se celebra hoy y mañana en Santa Cruz de Tenerife.
El presidente del Cabildo Insular de Tenerife, Carlos Alonso, que también participó en la inauguración de la jornada, afirmó que la voluntad de su Administración es contribuir a los grandes retos energéticos de las islas, tanto por su responsabilidad territorial como en su papel de operadores de parques. “El coste de producir energía en Canarias es inasumible. Tenemos que modificar el mix energético para que entren energías más baratas”, añadió.
El presidente de AEE explicó que no se ha instalado prácticamente ni un solo megavatio eólico en la comunidad desde hace once años “por motivos de lo más dispar, desde la judicialización de los concursos a la aparente falta de voluntad política, pasando por obstáculos sobrevenidos como las servidumbres aeronáuticas”.
Afirmó que hoy hay más razones que en otras ocasiones para creer que Canarias está “más cerca que nunca de abrazar el sueño eólico que tantas veces se le ha resistido”. Con el reconocimiento de un cupo de megavatios para Canarias que percibirá retribución sin necesidad de pasar por subastas, el Gobierno central ha dado “un paso adelante” en el reconocimiento de la acuciante necesidad de energía eólica en las islas. Y con la flexibilidad demostrada para alargar los plazos de instalación, también. Por su parte, “el Ejecutivo canario ha entendido rápidamente la necesidad de adaptarse a las circunstancias poniendo fin al concurso. Las autoridades locales parecen dispuestas a simplificar la complicada tramitación administrativa. Y REE se ha comprometido por escrito con los promotores a que las infraestructuras estén listas a tiempo para cumplir el plazo, ese 31 de diciembre de 2018 en el que cerca de 450 MW eólicos estarán funcionando en la comunidad canaria”.
No obstante, el presidente afirmó que aún persistan importantes incertidumbres en el horizonte, como la solución de los problemas de servidumbres aéreas (que se han resuelto con éxito en otros países de Europa). O los requisitos exigibles sobre huecos de tensión a los parques, un tema clave.
“Hay algo que a estas alturas nadie en el Gobierno puede negar: que Canarias necesita a la eólica. El propio ex Ministerio de Industria, Energía y Turismo calculó que los 450 megavatios del cupo le ahorrarán al conjunto del sistema eléctrico español unos 140 millones de euros anuales”, señaló. “La foto fija nos muestra que Canarias es la comunidad autónoma española con un coste más elevado por megavatio hora. Tan sólo se han instalado 16 MW desde 2005. Los aerogeneradores canarios están agotando su vida útil: el 65% de las máquinas tiene más de 15 años y, si no se ponen los medios, también esos aerogeneradores dejarán pronto de funcionar”.
Según los cálculos de la Asociación Empresarial Eólica, la instalación de esos 450 MW eólicos –que al final se ha quedado en 436 MW y “veremos realmente cuantos se hacen”– supondría una inversión de unos 630 millones de euros, la creación de aproximadamente 3.500 empleos en los años de construcción y unos 1.400 puestos de trabajo fijos en las islas. El ahorro total para los consumidores del conjunto del país sería de 2.240 millones en los veinte años de vida útil de los parques.
“Ahora bien, Canarias no es ajena a lo que ocurre en el resto de España y en nuestro país el crecimiento eólico está paralizado como consecuencia de la incertidumbre regulatoria que se instaló tras la Reforma Energética”, señaló Díaz. ”De hecho, dado que la llegada del nuevo Gobierno coincide con el final de primer semiperiodo regulatorio (como sabéis, los primeros tres años de la Reforma), desde AEE creemos que hay un doble motivo para introducir ahora cambios en la regulación que pongan fin a la incertidumbre y reactiven las inversiones necesarias para cumplir con los compromisos internacionales (objetivos europeos a 2020 y 2030, Acuerdo de París sobre cambio climático, independencia energética…)”.
El problema más acuciante es la incertidumbre que pesa sobre los 23.000 MW eólicos instalados en España. “Por un lado, nos encontramos con que, si no se remedia un error de diseño en la regulación, el sector eólico va a dejar de ingresar 630 millones que el propio sistema le reconoce como necesarios para alcanzar la rentabilidad razonable a la que se compromete la Reforma Energética, del 7,39% antes de impuestos. Por otro, con que el sector puede perder una cantidad semejante en los próximos tres años si el Gobierno no acierta en sus previsiones para el siguiente semiperiodo (2017-2020). Si apuesta por precios artificialmente altos, como ya se hizo cuando se dictó la ley, el incentivo de los próximos años será aún más bajo y las instalaciones se alejarán cada vez más de la supuesta rentabilidad razonable que impuso la Reforma, lo cual a su vez dificultará que se hagan nuevas inversiones por la desconfianza de los inversores”, indicó el presidente de AEE.
También es necesario eliminar la posibilidad de que se modifique la rentabilidad de los proyectos cada seis años con el fin de que los inversores tengan visibilidad a largo plazo. Y hay que eliminar el error de diseño del que hablábamos antes (los límites a la senda de precios de mercado que se utiliza para decidir la retribución de las instalaciones) que impide que las empresas lleguen a la rentabilidad razonable que les promete la ley. Asimismo, se debería compensar a las instalaciones por las desviaciones del precio del mercado cada año y no cada tres. Una vez resueltas las cuestiones que afectan a los parques ya instalados, será el momento de hablar del futuro. Es decir, de las subastas y de las características que estas deben tener para lograr el doble objetivo de que se hagan los proyectos y que se instalen con el mínimo coste posible para el sistema. “Porque sólo si resolvemos los temas del pasado podremos afrontar los retos del futuro, que ya tienen nombre y apellido: Transición Energética. Y es necesario un consenso entre los partidos políticos y los ciudadanos sobre cómo y cuándo llevar a cabo la descarbonización del sistema energético, que ya cuenta con un magnífico ejemplo en la isla del Hierro”, indicó.
“Insisto en que lo primero, en Canarias y en la Península, es restablecer la confianza de los inversores. Los que ya han invertido en Canarias han visto con estupor como llegaba el cupo mientras sus instalaciones, al estar entre las más antiguas de España, dejaban en su mayoría de percibir incentivos como consecuencia de la Reforma Energética. Sin duda, difícil de entender”, dijo Díaz.
La jornada continúa durante hoy y mañana. Se puede seguir en Twitter (#JornadaCanariasAEE). Para ver el programa, pincha aquí.
14/11/2016
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