La seguridad energética, las importaciones de energía y la transición energética del siglo XXI

20/06/2014

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Argelia, Rusia y Nigeria han sido en el primer trimestre los países a los que más combustibles fósiles les hemos importado, según los datos de Aduanas. Es decir que, como se puede ver en el gráfico, España no tiene ningún reparo en transferir miles de millones a países geopolíticamente inestables mientras frena nuestras posibilidades de independencia energética con una nueva regulación que la penaliza.

grafico 1

Fuente: Aduanas

Si estas cifras se comparan con lo que se destinaba a las energías renovables antes de la Reforma, las conclusiones son muy claras. El monto total de las primas a las renovables (no incluye cogeneracion y residuos) en el primer trimestre de 2013 (es decir, antes de la reforma) fue de 1.730 M €. El coste de las primas era algo más de un 10% de lo que nos gastamos en importar combustibles fósiles contaminantes.

Pero es que, mientras las primas a las renovables se destinaron a financiar 63.348 instalaciones en toda España (en todas las provincias) que generan empleos locales, pagan impuestos y devuelven su deuda a los bancos, las importaciones de combustibles fósiles contribuyen a mantener un status quo energético que nos aleja de la senda de la transición energética que otros países ya han emprendido (Alemania, Francia, Dinamarca, Suecia, Reino Unido, etc…).

No hay que olvidar que las renovables eléctricas han conseguido cambiar radicalmente el sector eléctrico español evitando muchas importaciones de combustibles fósiles (-53% de reducción entre 2005 y 2013) y reduciendo el precio del mercado electrico (-17,5%), como se ve en los siguientes gráficos.

grafico 2

Fuente: MINETUR, Boletínes de Coyuntura Energética Trimestrales

Visto desde la perspectiva de la aportación renovable vs la de los combustibles fósiles:

grafico 3

Fuente: REE

Está claro que en España se había conseguido poner en marcha la transición energética hacia las renovables con claros beneficios económicos y medioambientales. Pero, con la Reforma Energética, vamos claramente marcha atrás.

De lo que se trataba era de gestionar bien y construir sobre lo ya conseguido, pero las políticas puestas en marcha con la Reforma no son un ejemplo de buena gestión y no permiten construir sobre lo ya hecho puesto que destruye la voluntad de invertir en España. Una oportunidad histórica perdida.

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