La eólica se cuela en la campaña electoral, pero ¿qué pide la eólica?

Alfredo Pérez Rubalcaba (@conRubalcaba) aprovechó ayer su mitin en Mahón (Mallorca) para hablar de energía. Reconoció que España tiene un problema energético y que corre el riesgo de perder el liderazgo en energías renovables. Asegura que el PSOE apuesta por estas tecnologías, pero no así el PP. ¿Sólo palabras?

Desgranar los programas electorales en materia de energía no es sencillo. Fundamentalmente, porque mientras Rubalcaba afirma que las energías limpias “han sido la apuesta histórica del PP”, Miguel Sebastián se ha encargado de paralizarlas.

Mientras Rubalcaba asegura que la eólica y la solar son más baratas, nos hacen menos dependientes de otros países y crean diez veces más puestos de trabajo, Sebastián se ha encargado de declararlas culpables del déficit de tarifa. ¿En qué quedamos?

Mientras tanto, el PP apenas se pronuncia. Rajoy contestaba recientemente a un amigo tuitero que hay que dotar a la eólica de una mayor seguridad jurídica. “Apostamos por una energía limpia, segura y sostenible”.

No hay que olvidar que de los cerca de 21.000 MW eólicos que hay en España, 17.000 MW se instalaron mientras gobernaba el PP, que fue el partido que instauró el sistema actual de primas.

Salga quién salga de las urnas el próximo 20N, el sector tiene muy claro lo que necesita: que se apruebe con urgencia un marco regulatorio estable y predecible que le permita cumplir los objetivos fijados en el Plan de Energías Renovables 2011-20 y seguir creando riqueza y empleo. Esa regulación debe garantizar la rentabilidad razonable de los proyectos para continuar atrayendo inversión, exportando tecnología y permitiendo al sector ser un elemento tractor importante de la reactivación económica.